Botiquín del Alérgico
A finales del año 2014, algunos pacientes de los que sufen reacciones inmediatas, de las más temidas y graves, aquellas que pueden ocasionar la muerte, nos contactaron muy preocupados porque el laboratorio que abastecía el único fármaco capaz de salvar sus vidas, no les respondían las comunicaciones y no podían comprar su medicamento.
Estos pacientes son los diagnosticados con ANAFILAXIA y el medicamento que deben portar es auto-inyector de epinefrina. Este fármaco estuvo disponible en el mercado chileno durante 2 años aproximadamente con un abastecimiento irregular e inestable.
A finales del año 2014 finalmente pudimos comprobar que el laboratorio que lo traía lo retiró del mercado por que no es un producto rentable económicamente. Sus dificultades son a nivel global: se produce poco, tiene corto vencimiento de fabricación y es caro. Por estas razones, está disponible en únicamente alrededor de 20 países en el mundo su comercialización depende de condiciones que no todos los países pueden cumplir.
Ante esta dificultad y comprometidos con el bienestar de estos pacientes, decidimos como fundación iniciar la búsqueda de la forma de traer el auto-inyector para estos pacientes, lo que resultó en la constitución de nuestro botiquín asistencial.
A falta de un medicamento salvavidas, ¡ creamos un botiquín !
¡Importamos los primeros
auto-inyectores para nuestros pacientes!
Después de mucho investigar y ante la falta de interés comercial en la industria, el camino que nos quedaba para tener el fármaco en Chile era la importación grupal particular. Tuvimos que capacitarnos e iniciar el difícil proceso de importación de fármacos que terminamos haciendo ¡16 veces en 2 años seguidos!.
Enfrentamos toda suerte de dificultad que se presentó en el camino, pero valió la pena porque aprendimos mucho sobre el proceso de importación particular de medicamentos y sobre todo porque el objetivo final se cumplió: entregamos tranquilidad y su auto-inyector a todo paciente que llegó a nosotros por ayuda.
Llega un inesperado aliado dispuesto a registrar el medicamento
Dos años seguidos hicimos importaciones, teníamos automatizado el proceso y le habíamos tomado la mano a la importación. De pronto, nos viene a visitar una empresa no de las más grandes, pero bien constituida importadora de fármacos y nos dice que querían registrar formalmente el auto-inyector en Chile para comercialización más estable y formal. No lo podíamos creer. Era una noticia demasiado buena, tan buena que hasta dudamos si esta empresa conocía realmente las dificultades de autoinyector en el mercado global, pero escuchamos y ofrecimos nuestro conocimiento aprendido para apoyar este nuevo intento.
Pasó aproximadamente un año de esa visita y volvimos a escuchar de esta empresa para avisarnos que ¡había realizado el registro del auto-inyector! y que estaba listo para el ingreso a Chile del primer lote con registro bajo todas las exigentes normas de la autoridad de salud fiscalizadora. PERO que tenían una dificultad. Era demasiada buena la noticia y lo presentíamos en el fondo, la dificultad era que ellos podían importar pero no vender a paciente porque no tenían ese permiso. Y la propuesta era que nosotros vendamos el auto-inyector para mantener el valor a un precio bajo evitando las grandes comisiones de tener esto en farmacias de cadena.
Pasó aproximadamente un año de esa visita y volvimos a escuchar de esta empresa para avisarnos que ¡había realizado el registro del auto-inyector! y que estaba listo para el ingreso a Chile del primer lote con registro bajo todas las exigentes normas de la autoridad de salud fiscalizadora. PERO que tenían una dificultad. Era demasiada buena la noticia y lo presentíamos en el fondo, la dificultad era que ellos podían importar pero no vender a paciente porque no tenían ese permiso. Y la propuesta era que nosotros vendamos el auto-inyector para mantener el valor a un precio bajo evitando las grandes comisiones de tener esto en farmacias de cadena.
¡ El auto-inyector nos trajo un Botiquín !
¿Vender nosotros el auto-inyector? Esto sonaba a nuevo desafío ¡lo aceptamos sin dudar! Fuimos a la autoridad de Salud, explicamos todo vivido con este fármaco, entregamos todos nuestros antecedentes, rogamos por soluciones y esperamos. El ISP nos citó un día y nos comunicó que entendiendo la necesidad social, el contexto y había evaluado todos nuestros antecedentes y resolvía la autorización del funcionamiento de un "Botiquín Asistencial" que nos permitiría vender el auto-inyector para pacientes con receta en Chile.
Así nace nuestro botiquín, desde la necesidad de tener un fármaco rechazado por la industria a armarse de mucha determinación en base a un compromiso social profundo con este grupo de pacientes que al final nos condujeron a crear el Botiquín Asistencial de Creciedo con Alergias.
Así nace nuestro botiquín, desde la necesidad de tener un fármaco rechazado por la industria a armarse de mucha determinación en base a un compromiso social profundo con este grupo de pacientes que al final nos condujeron a crear el Botiquín Asistencial de Creciedo con Alergias.